DEL CIELO A LA TIERRA
He escrito el día 7 de marzo de 1991, a las 8.45 horas:
Decidnos, terrestres. ¿Es esta vuestra civilización?
Si es esta, durará, aún, poco tiempo.
Vuestra maldad, vuestra monstruosa y sanguinaria violencia ha alcanzado los límites de la tolerancia, suscitando la Ira de Quien preside el continuo devenir de todas las cosas creadas.
Vuestras locuras degenerativas os han puesto ante un severo Juicio.
Los problemas, queridos terrestres, non tardarán: Ya se han iniciado los primeros avisos. Los primeros días del Apocalipsis.
Todo va en perdición, hasta volver indeseable la Vida.
Muchos, muchísimos jóvenes recurren al suicidio por la indiferencia de esta sociedad vuestra, corrompida y privada de Justicia y de Amor.
En este punto, queridos terrestres, la esperanza no puede morir.
Hemos hecho lo posible para poneros en serio arrepentimiento. Habéis preferido ignorar, rechazar, dejando caer en el vacío toda posibilidad de Salvación.
Ahora, no os queda otra cosa que prepararos para lo peor.
Solo existe una tenue esperanza, que no tiene mucho tiempo a disposición.
Nosotros, os deseamos, que en este breve tiempo, podáis seriamente arrepentiros.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 7 de marzo de 1991
