A este paso, solo os queda contar los días por vivir sobre este martirizado Planeta.
¿Qué esperáis?
Si no hacéis Su Santa Voluntad, ¿creéis poder vencer a la muerte?
¡Es verdad!: “LOS MUERTOS ENTIERRAN A SUS MUERTOS”.
¡Solo la Verdad hace libres, libres de verdad!
Quien no satisfaga los deseos de la ley Universal y de cuanto el Genio Cósmico (SOL) ha creado y crea, no espere ninguna recompensa y no se ilusione en salvar la propia individualidad Espiritual y el propio EGO-SUM.
Bienaventurados aquellos que han abierto bien los ojos y destaponado los oídos.
Bienaventurados son los que no se prestaron al engaño y perseveraron escuchando y sirviendo a los Hijos de la Luz Omnicreante, portadores de consuelo, de Consolador reclamo a los reales valores de la Vida y de su Real Significado.
Bienaventurados son los que han sido tocados por el Espíritu Santo, reconociendo en ello la invitación del Padre Glorioso a elaborar los básicos Valores Morales y Espirituales de Su Reino Prometido.
Sus Mensajeros, Hijos realizados y portadores de la Inteligencia de Su Luz Omnicreante, están operantes, sobre la Tierra, para que se cumpla cuanto ha sido dicho, escrito y transmitido:
“EL GRANO SEA SEPARADO DE LA CIZAÑA”.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 17 de enero de 1993