SIN LA VIRTUD DEL DISCERNIMIENTO, LA TENTACIÓN NO ES EVITABLE.
DEL CIELO A LA TIERRA.
Sí, terrestres, la prudente práctica para impedir que el mal os ataque, es el discernimiento, la capacidad de vislumbrar, antes de realizar una Causa, los efectos que la Causa inevitablemente desarrollará.
Solo así, queridos terrestres, evitaréis ser vencidos por el Tentador.
La Suprema Ley Cósmica, CAUSA-EFECTO, está presente en vosotros y en todas las cosas creadas. Debéis tomar seria y responsable consciencia de esta inmutable Ley, si queréis vencer para siempre al mal y cuanto deteriora el Valor Creativo que expresa vuestro Planeta.
Discernir, siempre y bien, significa vivir una existencia sana, privada de inquietudes, de calamidades y de miseria Espiritual, moral y material.
Haced vuestra esta superior Virtud y veréis que los males desaparecerán para siempre, y la salud de vuestra mente y de vuestro cuerpo se volverá incorruptible.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 14 de diciembre de 1991