¿Qué es lo que queréis de este Dios que habéis ofendido y vituperado?
¿Qué es lo que queréis de este Dios, sí, hecho carne y sangre, que habáis perseguido y crucificado?
Os recordamos que éstos son los Días que se había reservado para que triunfase Su Celeste Justicia.
No esperéis Misericordia porque es Verdad, cierto y verdadero, que sabéis muy bien qué es lo que decís y lo que hacéis.
No podéis esperar ser perdonados por el Infalible Juez que no ignora vuestra perseverancia en los errores y en la violencia de muerte y de destrucción.
Su Divino proceso contra la perseverancia de estos errores se vuelve cada vez más inevitable.
Ya las Señales son evidentes para todos. Os obstináis a servir a las tinieblas más que a la Luz. Vuestra perversidad se ha vuelto furiosa, destructora y sanguinaria.
¿Qué es lo que podéis esperar de la Divina Justicia?
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa