DEL CIELO A LA TIERRA
Terrestres, escuchad: ¿Qué entendéis por Apocalipsis?
¿No estáis ya en pleno Apocalipsis?
Tenéis ojos para ver y oídos para oír, ¿entonces?
¿Preferís ser ciegos y sordos?
Mirad, terrestres, mirad con qué indiferencia se mata y destruye la semilla de la vida a punto de germinar.
Oíd, oíd el estertor desesperado de millones de niños muertos de hambre y otros violados, mutilados y tirados a la basura.
¡Oíd, terrestres, oíd!
Mirad, terrestres mirad y dejad que vuestra Conciencia, liberada de los engaños, tenga la plena libertad de gritar: “¡BASTA! ¡BASTA! PAREMOS ESTA LENTA, INEXORABLE CAÍDA DE LOS REALES VALORES DE LA VIDA, DE LA JUSTICIA, DE LA PAZ Y DEL AMOR”.
¡Basta!, por Amor de Dios.
En el nombre de Dios, gritarlo, terrestres, si queréis sobrevivir!
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 15 de abril de 1991