DEL CIELO A LA TIERRA
¡NO OS PERTENECEN LAS COSAS DE CRISTO!
¿A quién pertenecen las cosas de Cristo?
¿A aquellos que lo han puesto en la Cruz?
¡Nosotros no hemos puesto a Cristo en la Cruz!
¡No formábamos parte del Sanedrín de antigua memoria!
Y hoy, si volviese así como vino hace tanto tiempo, lo condenarían nuevamente a muerte.
Solamente que esta vez en lugar de las cuerdas usará las cadenas y quebrará los corazones y los huesos.
Ya está sobre la Tierra Jesús y muy pronto se manifestará con Potencia y Gloria, y serán momentos trágicos para toda la humanidad. Habrá llantos y estridor de dientes.
¿Las cosas de Cristo nos pertenecen solo porque no hacemos parte de las ovejas de pelo negro que dicen creer y contrariamente son lobos famélicos?
¡No, las cosas de Cristo no son para los corruptos que han institucionalizado la Verdad Universal para echarla por sus bocas, en falsedad y Blasfemia!
Las cosas de Cristo pertenecen a los Puros de Corazón, a los Íntegros, a los Justos y a todos los Sedientos de Justicia que son Libres, pero libres verdaderamente y dispuestos a dar la Vida por su causa.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 26 de septiembre de 1991