DEL CIELO A LA TIERRA
Recordad, terrestres:
EL PADRE, los días presentes y futuros, se los había reservado.
Os recordamos, otra vez más, que su arrepentimiento es valido si el hombre, de este planeta, continua ignorando Sus Leyes.
Las oraciones no sirven para nada si no se realizan con el fin de establecer los equilibrios necesarios a la evolución de cuanto el Planeta concibe y da a luz por Virtud de la Luz Omnicreante.
Querer, a toda costa, ignorar este indispensable arrepentimiento significaría instigar al Sumo Arquitecto del Todo a destruir toda cosa por Él creada sobre la Tierra.
DEL CIELO A LA TIERRA.
Eugenio Siragusa.
Nicolosi, 9 de mayo de 1993