DEL CIELO A LA TIERRA
Queridos amigos, la Verdad no es inquilina cómoda para los terrestres.
La Verdad amenaza la torpeza, descubre las fechorías y los ocultos oficios que ejercitan ciertos individuos que vuelven infeliz y dolorosa la existencia del prójimo.
Queridos amigos, la Cruz fue levantada en el Gólgota por miedo a la Verdad, por temor a ser descubiertos y perder el dominio sobre las Almas y sobre las Mentes.
La Verdad, queridos amigos, habría vuelto libre de la esclavitud al mundo entero, pero recordad: ¡LA VERDAD SOLO HA SIDO OBSTACULIZADA, NO VENCIDA!
Pronto, muy pronto, esta se revelará con Potencia y Gloria dispensando a cada uno cuanto se merece.
Llevará consigo la Paz, aureolada con el Sumo Bien de la Justicia, para que todo Espíritu viviente sea juzgado según sus obras, y para que todo orden sea restablecido según la voluntad del Altísima Señor del Cielo y de la Tierra.
Yo os invito a hacer vuestra esta Verdad porque es la única que vuelve libres, libres de verdad a los hombres.
DEL CIELO A LA TIERRA.
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 20 de junio de 1991