DEL CIELO A LA TIERRA
GUERRAS, PESTILENCIAS, HAMBRE, DESTRUCCIÓN Y MUERTE.
He aquí, los Días del Apocalipsis han llegado a causa de las locuras degenerativas humanas.
Se verifica cuanto ha sido dicho en Fátima:
“LOS VIVOS ENVIDIARÁN A LOS MUERTOS POR CUANTO SUS OJOS ESTARÁN OBLIGADOS A VER Y SUS OÍDOS A OÍR”.
Haber tenido en secreto esta amonestación de la Virgen María, Madre de Jesús-Cristo, ha sido un grave acto de desobediencia que costará muy caro a la humanidad entera.
La falta del temor a Dios y, a Sus Divinas Leyes, ha concedido al mal la libertad de poner en perdición toda cosa, causando la ira Santa del Omnipotente Señor del Cielo y de la Tierra.
He ahí, terrestres, el motivo de nuestras reiteradas advertencias “A PONER LAS COSAS EN SU SITIO JUSTO EN TIEMPO ÚTIL”.
He ahí, terrestres, los Signos tangibles, inequívocos, de las Potencias Celestes que se manifiestan para haceros comprender que la Paciencia y la Misericordia del Señor, se han iluminado con su Infalible Justicia.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 14 de febrero de 1991