DEL CIELO A LA TIERRA
Se condenan a muerte a jovencísimos que matan, se lamentan los otros que se suicidan, que se drogan, que roban, que comenten actos de locura. ¿DE QUIEN ES LA CULPA?
¿Son ellos los culpables? ¿Esta bruta e insensible sociedad no es culpable? ¿No es esta sociedad la que encamina, instruye en los peores instintos a los jóvenes desde la más tierna edad? ¿No es verdad que ya circula un manual para volverse un perfecto asesino, escrito y divulgado en Japón?
¿Y la televisión, dónde la ponemos?
Los jóvenes sufren los valores degenerativos de una sociedad perversa y delictiva.
Los jóvenes están privados de Amor y de escrupulosa preocupación. No es suya la culpa si les falta el Amor de la madre y la seguridad del Padre.
Digamos la verdad, la sociedad es corrupta y en consecuencia, todos los jóvenes corruptibles.
DEL CIELO A LA TIERRA
Eugenio Siragusa
Nicolosi, 26 de septiembre de 1991